Solomillo Wellington

Hoy os traigo otra receta muy recomendable para estas fechas, en este caso se trata de un clásico de la cocina, un plato principal que a mi siempre me ha funcionado en todas las ocasiones que lo he realizado.

Al contrario que la gran mayoría de recetas que solemos elaborar estas fechas, es una receta sencilla, rápida y deliciosa.

Espero salvaros si aún no teníais pensado el menú para Nochebuena.  

Y ahora toca ponerse el delantal de lunar, y ¡a cocinar!

Ingredientes para 4 personas:

- 1 lamina de hojaldre

- 1 pieza de solomillo de ternera de unos 800 gramos

- 1 cebolla

- 1 cucharada de azúcar moreno

- 1 tarrina de foie o paté

- 1 huevo batido

- Aceite

- Sal y pimienta

Elaboración:

- Empezamos la receta caramelizando la cebolla. Para ello, cortamos la cebolla en juliana y pochamos en la sartén con aceite. Una vez este pochada añadimos la cucharada de azúcar y una pizca de sal, removemos bien y añadimos un chorrito de agua. Dejamos a fuego lento hasta que caramelice. Reservamos.

- Continuamos salpimentando el solomillo y marcándolo en la plancha para sellarlo. Apartamos durante 1 hora para que se enfríe, evitando así que se agriete el hojaldre.

- Precalentamos el horno a 190ºC.

- Extendemos el hojaldre, en la parte central hacemos una línea con el grosor del solomillo con el paté. Sobre el paté extendemos la cebolla sin jugo y colocamos el solomillo. Envolvemos bien con el hojaldre, con la masa que sobre hacemos decoraciones en la parte superior. 

- Pintamos toda la masa de hojaldre con el huevo batido y metemos al horno durante 20-30 minutos a 190ºC. Una vez pasado el tiempo cortamos en rodajas y listo para comer.

NOTA: Si tenéis tiempo, la manera correcta de caramelizar la cebolla es sin azúcar dejándola hacerse muy lentamente. Pero es un proceso bastante más largo.

Espero que os guste mi idea y la disfrutéis en familia.